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lunes, 19 de octubre de 2015

DE PROFESIÓN: AUXILIAR DE AYUDA A DOMICILIO ¿Y ESO QUÉ ES?

Sin lugar a dudas, la vida te enseña a diario. Son lecciones espontáneas, no esperadas ni buscadas, son casi siempre a bocajarro. Tu estás viviendo, a tu ritmo, cada cual al suyo, y de repente, ¡zas!, una lección. En un principio, no sabes que es una lección, pero cuando lo maduras y lo meditas, sacas la conclusión correspondiente y al final, te das cuenta de que efectivamente, todo ocurre por alguna razón, suele ser para que tu aprendas algo.

Mi experiencia como suplente en el servicio de ayuda a domicilio ha sido toda una lección vital, de evaluación continua, con controles sorpresa y todo tipo de pruebas prácticas, yo os diría que incluso he tenido la asignatura de educación física, todos los días, había que ir con chandal o similar y zapatillas deportivas o al menos cómodas, pues las pruebas físicas en esta profesión son muy importantes, si no apruebas no eres apta. Las que sois auxiliares en el servicio, comprendeis a la perfección lo que os cuento, pues lo vivis a diario.

He vivido unas experiencias que guardaré para siempre en mi, pues son irrepetibles y únicas, propiedad de sus participantes y mias. De cada uno de ellos guardo un recuerdo en mi memoria que en ocasiones regresa a mi para alertarme, para que no me despiste.

No quiero convertir esto en un vertedero donde se viertan los desechos procedentes de lo que todos conocemos, pero si me gustaría dar a conocer qué es el servicio, cómo se trabaja y las situaciones que se pueden dar a diario en nuestro lugar de trabajo que no es otro que la vida de una persona y de su entorno inmediato, ya sea su familia, su situación social, económica, de salud, de soledad, de abandono, de enfermedad, de aprovechamiento de los recursos etc...

Espero que no influya en mi contratación futura, dado el caso, por alguna empresa prestadora del servicio, ya que confío plenamente en la capacidad de empatía y comprensión, que ha de tener una trabajadora social a parte de optimizar los recursos. Se que ahora se valora mucho más la optimización que la vocación, la empatía y la humanidad, de hecho tengo la sospecha de que si no manejas bien las distancias emocionales, no puedes trabajar en esta profesión por muy bien que limpies la grasa de la cocina, que a fin de cuentas y por desgracia, es el servicio más demandado por los usuarios, según un estudio de satisfacción realizado por el propio Ayuntamiento o al menos las estadísticas colgadas en su página, así lo indican.

El servicio consiste en que te entregan un parte de trabajo en el que existen unos nombres de usuarios, con sus domicilios, los horarios a los que tienes que asistir, los servicios asignados etc.
Las coordinadoras ( o al menos la mía, a la que estoy eternamente agradecida), suelen darte información a cerca de cada uno de ellos, sus características personales, sociales, familiares y todo aquello que tengas que tener en cuenta, como por ejemplo que padecen alguna enfermedad transmisible como hepatitis C, VIH, Herpes simple, o una discapacidad sensorial como sordera, ceguera, sordo-ceguera, una enfermedad mental como esquizofrenia, un deterioro cognitivo, una combalecencia por operaciones quirúrgicas, sintomatología de los efectos secundarios de la quimioterapia, duelos, depresión, situaciones familiares complicadas etc.

Tu coges el parte y al día siguiente, cuando se da el pistoletazo de salida, te diriges al primer domicilio que te indica el parte de trabajo, teniendo una ligera información sobre la persona a la que vas a atender.
La primera fase de la relación de ayuda, la previa, ya ha comenzado, pues tienes datos del usuario sobre su estado y características, que te dan una idea de las primeras situaciones que pueden surgir.

A partir de aquí es casi como encomendarte a la divina providencia en muchos casos.
Las capacitaciones en comunicación, escucha activa y empatía, entran en funcionamiento.

Aquí es donde hay que demostrarse a una misma,  las cualidades que tenemos que tener para poder realizar la atención domiciliaria, que no se si alguien más a parte de nosotras, es capaz de visualizar, valorar y comprender.

Lo que puede ocurrir después, lo iré relatando en próximas entradas, para quien le pueda interesar, para quien se quiera acercar, para quien se identifique, para solidarizarnos, para que sepamos que no estamos solas y que a fin de cuentas la labor que realizamos, sabemos que nos enriquece, nos acerca a nosotras mismas, a nuestros valores y a nuestra esencia más autentica, unas veces para bien y otras, sin duda será para mal, pero como digo al principio, de todo se aprende.







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